Firma digital vs. firma electrónica: diferencias y validez legal en Argentina
2025-04-22
¿Qué es una firma electrónica?

La firma electrónica es un concepto amplio que abarca cualquier tipo de marca, símbolo o proceso electrónico asociado a un documento digital que permite identificar al firmante. Puede ser, por ejemplo, un clic en “aceptar términos y condiciones", un nombre escrito al pie de un correo electrónico o incluso una imagen escaneada de una firma manuscrita.

Su principal ventaja es la practicidad: no requiere de tecnología específica ni procesos complejos. Pero también tiene un punto débil: su nivel de seguridad y autenticidad es más limitado, y, por lo tanto, su fuerza probatoria depende del contexto.


¿Y la firma digital?

La firma digital, en cambio, es una herramienta más robusta y segura. Se basa en un sistema criptográfico de clave pública y privada que garantiza tres cosas fundamentales:

  • La identidad del firmante.
  • La integridad del documento (que no fue modificado luego de ser firmado).
  • El no repudio (el firmante no puede negar haberlo firmado).

En Argentina, la firma digital tiene el mismo valor legal que una firma manuscrita, siempre que se utilicen certificados emitidos por autoridades certificantes reconocidas oficialmente. Su uso está regulado por la Ley 25.506 y su decreto reglamentario.


¿Cuál es válida en Argentina?

Ambas firmas son válidas en Argentina, pero su nivel de validez jurídica depende del tipo de firma y del documento en cuestión.

La firma digital, cuando es generada por un certificado emitido por una autoridad certificante licenciada en Argentina, tiene el mismo valor jurídico que una firma manuscrita.

La firma electrónica, por su parte, puede ser admitida como prueba en un juicio, pero su validez dependerá del análisis que realice el juez en cada caso. Deberá probarse su autenticidad, y eso puede generar más incertidumbre.

Es decir: si bien ambas pueden ser utilizadas, la firma digital ofrece un respaldo legal mucho más sólido y es especialmente recomendada para contratos, notificaciones oficiales, acuerdos entre partes, poderes, etc.


¿Cómo se obtiene una firma digital?

En Argentina, se puede tramitar una firma digital a través de distintos organismos públicos y privados autorizados por la Secretaría de Innovación Pública. El proceso implica validar la identidad del solicitante y obtener un certificado digital que se utiliza mediante dispositivos seguros (como un token criptográfico o software específico).

Algunas opciones para obtenerla incluyen:

  • AFIP (para contribuyentes)
  • ANSES
  • Organismos provinciales
  • Proveedores privados habilitados


¿Dónde se usan actualmente?

La pandemia aceleró la digitalización de muchos procesos. Hoy en día, tanto firmas electrónicas como digitales se utilizan para:

  • Firmar contratos de alquiler y compraventa
  • Aceptar términos legales de plataformas o servicios
  • Firmar declaraciones juradas o formularios ante organismos públicos
  • Aprobar documentos internos en empresas
  • Formalizar acuerdos laborales o comerciales

En contextos menos formales o donde no se requiere una rigurosa validación legal, una firma electrónica puede ser suficiente. Pero para trámites legales importantes, contratos con riesgo jurídico o procesos judiciales, la firma digital es la más recomendable.

La revolución digital llegó también al mundo jurídico, y conocer las diferencias entre firma digital y firma electrónica es fundamental para evitar riesgos innecesarios. Aunque ambas tienen su lugar en la gestión documental moderna, es importante evaluar cada situación para elegir la opción más segura y legalmente sólida.

Contar con asesoramiento legal adecuado es clave para implementar correctamente estos recursos y garantizar que tus documentos tengan plena validez jurídica. En nuestro estudio, acompañamos a empresas, emprendedores y particulares en este proceso de digitalización legal con la seguridad que necesitás.